MI ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO (COLOFÓN A NOÉ DELIRANTE)
Por Arturo Corcuera Aquí encalla el Arca de Noé delirante . Un descanso en paz merezco después del diluvio y de la blanca palomica que al Arca con el ramo se ha tornado. No quiere decir que llegue al fin de la travesía. Mañana quizás enchape vigas nuevas y suban otros pasajeros. Remando y martillando cumplo con este trajinar tres décadas. Podría haberlas dedicado a menesteres más rentables de haber escuchado malos consejos de buenos amigos. Mirándome al espejo me examino y entre mí repito: ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines de mis patas de gallo, a las que recomiendo no adelantarse a cantar victoria! Este libro reverdeció de canas mi cabeza (no cesa la Luna de llorar sobre mis cabellos) y sorprendo al invierno con sus perlas acicalando al jazmín. Mi pelo blanco enfatiza el negro de mis cejas (y viceversa). Personifico un Narciso otoñal gozando como loco en fuente de plata. Doy por terminado Noé deliarante a los cincuentaitantos