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ELEVACIÓN

 Por Charles Baudelaire    Por encima de estanques, por encima de valles, De montañas y bosques, de mares y de nubes, Más allá de los soles, más allá de los éteres, Más allá del confín de estrelladas esferas, Mi espíritu, te mueves con toda agilidad, Y cual buen nadador que se ofrece a las olas, Alegremente surcas la inmensidad profunda Con voluptuosidad indecible y viril. Vuela lejos, muy lejos, de estos miasmas mórbidos, Sube a purificarte al aire superior Y bebe, como un puro y divino licor, La luz clara que inunda los límpidos espacios. Detrás de los hastíos y los vastos pesares Que abruman con su peso la vida neblinosa, ¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos, Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras, Levantan hacia el cielo matutino su vuelo; —Y domina la vida, y entiende sin esfuerzo, La lengua de las flores y de las cosas mudas!

LAS FLORES DEL MAL, UNA DEDICATORIA

 Por Charles Baudelaire    A mi queridísimo y veneradísimo maestro y amigo Théophile Gautier. Aunque te ruego que apadrines Las flores del mal , no creas que ande tan descarriado ni que sea tan indigno del título de poeta como para creer que estas flores enfermizas merecen tu noble patrocinio. Ya sé que en las etéreas regiones de la verdadera poesía no existe el mal y tampoco el bien, como sé que no es imposible que este mísero diccionario de la melancolía y del crimen justifique las reacciones de la moral, del mismo modo que el blasfemo viene a reafirmar la religión. Pero en la medida de mis posibilidades, y a falta de algo mejor, he querido rendir un profundo homenaje al autor de Albertus , de La comedia de la muerte  y de España , al poeta impecable, al mago de la lengua francesa, de quien me declaro con tanto orgullo como humildad, el más devoto, el más respetuoso y el más envidiado de los discípulos. _ Esta muy completa dedicatoria finalmente no acompañó la edición original de Las