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NOTA DE AUTOR (SOBRE LA POESÍA)

 Por Carlos López Degregori   (Fragmento) Creo que cada percepción o palab(r)a o acto o amor están colmados de símbolos. Algunos son estrictamente personales, otros los compartimos. La tarea de la poesía es encararlos y hacer que iluminen el espacio de la conciencia: labor de autoconocimiento pero también ejercicio encantatorio, encierro y comunicación, realidad objetiva y puro territorio imaginario.

EL CONOCIMIENTO POR LA POESÍA

 Por Sebastián Salazar Bondy   Sin duda la poesía es una forma de conocimiento. Mediante ella se penetra en la realidad, se la descubre en uno de sus más profundos sentidos, si no en el último. No se trata, por cierto, de un conocimiento racional, de una aprehensión intelectual y científica, pero de la obra de un poeta (de un gran poeta, se entiende) es posible derivar un pensamiento. Pensamiento asistemático, mas no por eso sin claridad y certeza. El conocimiento merced a la poesía pertenece al orden de la intuición, y el cuerpo de ideas que de él se desprende constituye una suerte peculiar de teoría. No es nada nuevo que poetas y exégetas de poetas registren la existencia de tal conjunto nocional a veces equiparable, como lo quería Baudelaire, a la propia filosofía. "La poesía  —dijo el creador de Las flores del mal — es esencialmente filosófica, pero como ella es sobre todo fatal, debe de ser involuntariamente filosófica". El pensamiento viene, pues, como añadidura. Alain

LA COMEDIA DEL AMOR

 Por Henrik Ibsen    (Fragmento del Primer acto) Svanhild: Mire usted el manzano que está cerca de la haya. Este año no tiene flor ni fruto. El año pasado lo habría visto hermoso, con la copa inclinándose al peso de los frutos. Falk: Le creo. Pero, ¿qué deducción saca? Svanhild (con cortesía) : Que al árbol que dio espléndidos frutos y por darlos se debilitó, no se le puede exigir todos los años la misma riqueza. Falk: Ya me figuraba yo que sabría usted sacar una consecuencia juiciosa de su historia. Svanhild: Seguramente el valor en nuestros días tiene una fuerza relativa. ¿A quién se ama hoy? ¿Quien consiente en sacrificarse? ¿Dónde está el héroe? Falk  (mirándola fijamente) : ¿Y dónde la Walquiria? Svanhild  (moviendo la cabeza) : La Walquiria no es necesaria. El año pasado, cuando las persecusiones; contra los cristianos en Siria, ¿se hizo usted cruzado? No. Escribió unas cuantas palabras elocuentes en un papel y envió el importe de su suscripción a un periódico clerical. (Falk par

LAS FLORES DEL MAL, UNA DEDICATORIA

 Por Charles Baudelaire    A mi queridísimo y veneradísimo maestro y amigo Théophile Gautier. Aunque te ruego que apadrines Las flores del mal , no creas que ande tan descarriado ni que sea tan indigno del título de poeta como para creer que estas flores enfermizas merecen tu noble patrocinio. Ya sé que en las etéreas regiones de la verdadera poesía no existe el mal y tampoco el bien, como sé que no es imposible que este mísero diccionario de la melancolía y del crimen justifique las reacciones de la moral, del mismo modo que el blasfemo viene a reafirmar la religión. Pero en la medida de mis posibilidades, y a falta de algo mejor, he querido rendir un profundo homenaje al autor de Albertus , de La comedia de la muerte  y de España , al poeta impecable, al mago de la lengua francesa, de quien me declaro con tanto orgullo como humildad, el más devoto, el más respetuoso y el más envidiado de los discípulos. _ Esta muy completa dedicatoria finalmente no acompañó la edición original de Las

LAS VOCACIONES

 Por Charles Baudelaire    En un hermoso jardín donde los rayos del sol otoñal parecían entretenerse a gusto, bajo un cielo ya verdoso en que flotaban nubes de oro como continentes de viaje, cuatro hermosos niños, cuatro muchachitos, cansados sin duda de jugar, charlaban entre ellos.  Uno decía: —Ayer me llevaron al teatro. En grandes y tristes palacios, al fondo de los cuales se ven el mar y el cielo, hombres y mujeres, también serios y tristes, pero mucho más guapos y mejor vestidos que los que vemos en todas partes, hablan con voz cantarina. Se amenazan, suplican, se desesperan y apoyan con frecuencia la mano sobre un puñal envainado en su cinturón. ¡Ah!, ¡qué bonito es! Las mujeres son mucho más hermosas y mucho más altas que las que vienen a vernos a casa y, aunque con sus grandes ojos hundidos y sus mejillas inflamadas tienen un aire terrible, no se puede evitar amarlas. Se pasa miedo, entran ganas de llorar y, sin embargo, se queda uno contento... Y luego, lo más singular de tod

EMBRIÁGATE

 Por Charles Baudelaire    Hay que estar siempre ebrio. Ahí está todo: es la única cuestión. Para no sentir el horrible fardo del Tiempo que rompe tus hombros y te inclina hacia la tierra, es preciso que te embriagues sin tregua. Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, según te plazca. Pero embriágate. Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, en la hierba verde de una cuneta, en la soledad melancólica de tu habitación, te despiertas y la embriaguez ha disminuido o desaparecido, pregunta al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta o lo que habla, pregúntale qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj te responderán: «¡Es la hora de embriagarse! Para no ser esclavos martirizados del Tiempo, embriágate; ¡embriágate sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, de lo que quieras.»