EL POETA Y LAS MÁSCARAS

 Por Arturo Corcuera  


Con la mirada fija, sin alma y sin cuerpo, cuelgan de la
    pared:
caras con los párpados cerrados resistiéndose
    a mirar la vida.
Pintarrajeadas, de ojos como fosas, de pómulos
    desorbitados; máscaras de la ira, de la noche de
    carnaval, de infortunio y misterio.

A semejanza del hombre parecen haber sufrido mucho, expresan odio o serenidad, cocinadas en niebla o fuego.
Rostros decapitados. Emergen de inhóspitos pozos,
abismos y sarcófagos. Han cruzado
mares, escenarios, comparsas, danzas rituales;
¿Quién fue ese hombre del antifaz negro? ¿Nunca lo
    sabremos?
¿Ese que ríe sin compasión llora en cuanto damos la
    vuelta?
¿El del turbante de ébano, el de las calaveras clavadas en
    la frente?
¿El de la cara como tambor de guerra? ¿El de enigmático
    gesto de dolor?

Alguien oscuro y triste se oculta detrás de cada máscara.
Seres tasajeados que vienen inmóviles de mundos
    desconocidos: se filtran por las paredes,
    los desoxida el olvido, irrumpen de los espejos.
Fuimos jóvenes y bellos, izábamos de cometas nuestros
    sueños, pero el tiempo implacable nos fue
    transformando en máscaras.




Comentarios

Entradas populares de este blog

MANANTIAL HORIZONTE

PARA UNA VERSION DEL I KING

POIESIS