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(CONQUISTAR LA SOLEDAD)

 Por Charles Baudelaire    Cuando haya conquistado el asco y el horror universales habré conquistado la soledad.

NUEVOS APUNTES SOBRE EDGAR POE

 Por Charles Baudelaire    (Fragmento) Aristócrata por naturaleza aun más que por nacimiento, el virginiano, el hombre del Sur, el Byron perdido en un malvado mundo, siempre preservó su impasibilidad filosófica, y, ya defina la nariz del populacho, ya se burle de los fabricadores de religiones, ya escarnezca a las bibliotecas, sigue siendo lo que fue y lo que siempre será el auténtico poeta  —una verdad vestida de un modo extraño, una paradoja aparente, que no quiere que la masa se codee con él, y que corre al extremo oriente cuando el fuego de artificio se dispara en el poniente. Pero lo más importante de todo esto: advertiremos que este autor, producto de un siglo infatuado de sí mismo, hijo de una nación más infatuada de sí misma que ninguna otra, vio claramente, afirmó imperturbablemente la maldad natural del Hombre. Hay en el hombre, dijo, una fuerza misteriosa que la filosofía moderna no quiere tomar en cuenta, y no obstante, sin esa fuerza innombrada, sin es primordial inclinaci

CON EL CORAZÓN EN LA MANO

 Por Charles Baudelaire    (Selección) I Acerca de la vaporización y de la centralización del Yo . Esta frase lo contiene todo. A propósito de un cierto placer sensual que se siente en compañía de los extravagantes. (Puedo comenzar con El corazón al desnudo por cualquier parte y de cualquier modo, y continuarlo, día a día, siguiendo la inspiración del momento y de las circunstancias, con tal de que la inspiración esté viva.) El primero al que se le ocurra, con tal de que sepa divertir, tiene derecho a hablar de sí mismo. Comprendo que se pueda abandonar una causa para saber lo que se puede sentir al servicio de otra diferente. Podría resultar grato ser alternativamente víctima y verdugo. III La mujer es lo contrario del Dandy. Por consiguiente, debe causar horror. La mujer tiene hambre y quiere comer. Sed, y quiere beber. Está en celo y desea ser follada. ¡Vaya mérito! La mujer es natural , es decir abominable. En consecuencia, es siempre vulgar, es decir, lo contrario del Dandy. *** E

ELEVACIÓN

 Por Charles Baudelaire    Por encima de estanques, por encima de valles, De montañas y bosques, de mares y de nubes, Más allá de los soles, más allá de los éteres, Más allá del confín de estrelladas esferas, Mi espíritu, te mueves con toda agilidad, Y cual buen nadador que se ofrece a las olas, Alegremente surcas la inmensidad profunda Con voluptuosidad indecible y viril. Vuela lejos, muy lejos, de estos miasmas mórbidos, Sube a purificarte al aire superior Y bebe, como un puro y divino licor, La luz clara que inunda los límpidos espacios. Detrás de los hastíos y los vastos pesares Que abruman con su peso la vida neblinosa, ¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos, Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras, Levantan hacia el cielo matutino su vuelo; —Y domina la vida, y entiende sin esfuerzo, La lengua de las flores y de las cosas mudas!

CRIMEN Y CASTIGO (LA SOSPECHA DE UN OTRO)

 Por Fiódor Dostoievski    (Fragmento) «¿Quién será? ¿Quién será ese hombre surgido como de bajo tierra? ¿Dónde estaría y qué vio? Porque es indudable que lo vio todo. Pero ¿dónde estaba entonces y desde dónde miraba? ¿Y por qué sale únicamente ahora del subsuelo? ¿Cómo pudo ver nada? ¿Es posible? (...)»

POETAS EN LA LIMA DE LOS AÑOS TREINTA (I)

 Por Emilio Adolfo Westphalen    (Fragmento) El arco de mis intereses se fue ampliando por influencia de dos condiscípulos: Estuardo Núñez y el que más adelante adoptaría por nombre Martín Adán, cuyas normas de evaluación eran particularmente exigentes para su edad. Ignoro qué orden o concierto habían dispuesto ellos para sus lecturas. Las mías se acumularon como vinieran: autores antiguos y modernos, cuento, novela y teatro, ensayo y poesía, los clásicos españoles en toda la gama, desde el Poema del Cid y el Arcipreste hasta Larra, Espronceda y Moratín, la generación del 98 completa, Ortega y sus discípulos, Gómez de la Serna, Gabriel Miró, mezclados con traducciones de Baudelaire, Flaubert, Nerval, Stendhal, France, Giraudoux, Morand y la gran revelación a los quince años: los primeros tomos de  À la recherche du temps perdu  en la traducción de Salinas. Un tal hartazgo y empacho de literatura no despertaron en mí la mínima veleidad de imitación, a diferencia de mis dos compañeros e

EL CONGRESO

 Por Jorge Luis Borges    (Fragmento) Su voz era distinta; no era la del pausado señor que presidía nuestros sábados ni la del estanciero feudal que prohibía un duelo a cuchillo y que predicaba a sus gauchos la palabra de Dios, pero se parecía más a la última. Sin mirar a nadie mandó: —Vayan sacando todo lo amontonado ahí abajo. Que no quede un libro en el sótano. La tarea duró casi una hora. Acumulamos en el patio de tierra una pila más alta que los más altos. Todos íbamos y veníamos; el único que no se movió fue don Alejandro. Después vino la orden: —Ahora le prenden fuego a estos bultos. Twirl estaba muy pálido. Nierenstein acertó a murmurar: —El Congreso del Mundo no puede prescindir de esos auxiliares preciosos que he seleccionado con tanto amor. —¿El Congreso del Mundo?  —dijo don Alejandro. Se rió con sorna y yo nunca lo había oído reír. Hay un misterioso placer en la destrucción; las llamaradas crepitaron resplandecientes y los hombres nos agolpamos contra los muros o en las ha

EL CONOCIMIENTO POR LA POESÍA

 Por Sebastián Salazar Bondy   Sin duda la poesía es una forma de conocimiento. Mediante ella se penetra en la realidad, se la descubre en uno de sus más profundos sentidos, si no en el último. No se trata, por cierto, de un conocimiento racional, de una aprehensión intelectual y científica, pero de la obra de un poeta (de un gran poeta, se entiende) es posible derivar un pensamiento. Pensamiento asistemático, mas no por eso sin claridad y certeza. El conocimiento merced a la poesía pertenece al orden de la intuición, y el cuerpo de ideas que de él se desprende constituye una suerte peculiar de teoría. No es nada nuevo que poetas y exégetas de poetas registren la existencia de tal conjunto nocional a veces equiparable, como lo quería Baudelaire, a la propia filosofía. "La poesía  —dijo el creador de Las flores del mal — es esencialmente filosófica, pero como ella es sobre todo fatal, debe de ser involuntariamente filosófica". El pensamiento viene, pues, como añadidura. Alain