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CARTA (V)

 Por César Moro    Yo puedo pronunciar tu nombre hasta perder el conocimiento, hasta olvidarme de mí mismo; hasta salir enloquecido y destrozado, lleno de sangre y ciego a perderme en las suposiciones y en las alucinaciones más torturantes. Todo me persigue con tu nombre. Tu imagen aparece a cada instante debajo de todas las imágenes, de todas las representaciones. Nada puede hacerme sufrir más que el espectáculo del amor. Yo solo, frente al mundo, fuera del mundo, en el mundo intermedio de la nostalgia fúnebre, de las aguas maternas, del gran claustro, del paraíso perdido; frente a ti y lejos, tan lejos que ya nada puede salvarme, ni la muerte. Me has arrojado por debajo de mí mismo: las palabras se van acumulando; hay palabras de las que ya no se vuelve, que abren una brecha por la que se introduce el veneno y la tristeza de muerte; la desolación total, la soledad, el abandono definitivo. Encerrado dentro de mí, solo con tu recuerdo que me persigue noche y día sin reposo. Ya no puedo

UNA DANZA

 Por Raquel Jodorowsky    En el interior de la vida hay una danza que vuelve a crear lo que ya existe girando en ocultas dimensiones interminable, vertiginosa, despeinada en el óxido de las noches extranjeras donde se oye el incendio de las sombras sentimos sus movimientos migratorios empujados por un viento de plomo en nuestras venas. Danza que sube como la ley del fuego da vueltas en los abismos del ser en profunda tormenta se divide se afirma, se aumenta, reproduce el gran cansancio del grito semejante al ruido de un eclipse. No sabemos en qué fondo dentro de brazos y de piernas funda la soledad estremecida por colonias de pequeñas bocas que se comunican y cantan no sabemos hasta dónde cultiva sus raíces de tintora hierba que pinta de rojo la sangre amanecida. Aún no se encuentra ninguna evidencia de su existencia verdadera Oh, Danza confinada al reino de los mitos...

SIN META

 Por Alejandro Jodorowsky    (Fragmento) Del sueño al sueño, aire, carne, piedra, forma donde se embosca el sufrimiento, cenizas, polvo, sombra, latiendo sin saber qué corazón Cada grito es un cometa, cada palabra un espadazo en el vacío, sonidos como joyas de agua en una lengua seca

NADA

 Por Alejandro Jodorowsky    Lo desaparecido sigue como un suspiro en los pétalos de la memoria hasta que un día se convierte en perfume Temblores virtuosos que dan sabor a las tinieblas

SUPREMO DESEO

 Por Alejandro Jodorowsky    Dadme una lengua que sólo diga gracias olvidando la arcaica costumbre de pedir

ERMITAÑO

 Por Alejandro Jodorowsky    En la pampa de la ilusión la barca del sabio se hunde Durante siglos de polvo se ha tragado sus rezos La mosca de la esperanza cruza ajena el firmamento Él ya no es de este mundo Mientras su cuerpo se esfuma canta acumulando ecos: El río no tiene fuente Ni el océano dónde llegar Las estrellas que refleja Se mueren sin avanzar

MENOS

 Por Alejandro Jodorowsky    Tienes, tienes, tienes. Yo no tengo nada. Siembro consciencia en el valle desierto. Respeto la oscuridad porque es mi madre.

ALOYSUS ACKER

 Por Martín Adán    (Fragmento) ¡Muerto!... En cuanto miro, no veo Sino tu naríz de hielo. Qué estado perfecto!... ¡Como si Dios creara de cierto!... ¡El no nacido, el no engendrado, muerto! Flores, lágrimas, candelas, Pensamientos, Todo demás, todo demás; Como el deseo... En mi ardida sombra de adentro, Real como Dios, por modo infinito Y sensible, yaces muerto! Yazgo muerto. Y por tí no llora el perro; Y por ti no aúlla la madre; Y por ti calla y no se enjuga el sepulturero. Y ninguno es más sordo, Y ninguno es más ciego, Y ninguno es más ninguno, más yo mismo, sin                                                           (tú alguno, Que tú, el hallado, el rehallado, El perdido, yo o tú, si no es el tiempo, Y siempre, y siempre y nunca El tú que soy y que es el sino, El hermano mayor, el hermano pequeño... Y he de ser el vivo, El Muerto. ¡Como seré vivo, Tú muerto!... El que compra la casa. La que vende su cuerpo, Él, ella, es el otro, Ninguno sin mí, el quedado O el ido en la redor