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Mostrando entradas de diciembre, 2021

POETAS EN LA LIMA DE LOS AÑOS TREINTA (I)

 Por Emilio Adolfo Westphalen    (Fragmento) El arco de mis intereses se fue ampliando por influencia de dos condiscípulos: Estuardo Núñez y el que más adelante adoptaría por nombre Martín Adán, cuyas normas de evaluación eran particularmente exigentes para su edad. Ignoro qué orden o concierto habían dispuesto ellos para sus lecturas. Las mías se acumularon como vinieran: autores antiguos y modernos, cuento, novela y teatro, ensayo y poesía, los clásicos españoles en toda la gama, desde el Poema del Cid y el Arcipreste hasta Larra, Espronceda y Moratín, la generación del 98 completa, Ortega y sus discípulos, Gómez de la Serna, Gabriel Miró, mezclados con traducciones de Baudelaire, Flaubert, Nerval, Stendhal, France, Giraudoux, Morand y la gran revelación a los quince años: los primeros tomos de  À la recherche du temps perdu  en la traducción de Salinas. Un tal hartazgo y empacho de literatura no despertaron en mí la mínima veleidad de imitación, a diferencia de mis dos compañeros e

EL CONGRESO

 Por Jorge Luis Borges    (Fragmento) Su voz era distinta; no era la del pausado señor que presidía nuestros sábados ni la del estanciero feudal que prohibía un duelo a cuchillo y que predicaba a sus gauchos la palabra de Dios, pero se parecía más a la última. Sin mirar a nadie mandó: —Vayan sacando todo lo amontonado ahí abajo. Que no quede un libro en el sótano. La tarea duró casi una hora. Acumulamos en el patio de tierra una pila más alta que los más altos. Todos íbamos y veníamos; el único que no se movió fue don Alejandro. Después vino la orden: —Ahora le prenden fuego a estos bultos. Twirl estaba muy pálido. Nierenstein acertó a murmurar: —El Congreso del Mundo no puede prescindir de esos auxiliares preciosos que he seleccionado con tanto amor. —¿El Congreso del Mundo?  —dijo don Alejandro. Se rió con sorna y yo nunca lo había oído reír. Hay un misterioso placer en la destrucción; las llamaradas crepitaron resplandecientes y los hombres nos agolpamos contra los muros o en las ha

EL CONOCIMIENTO POR LA POESÍA

 Por Sebastián Salazar Bondy   Sin duda la poesía es una forma de conocimiento. Mediante ella se penetra en la realidad, se la descubre en uno de sus más profundos sentidos, si no en el último. No se trata, por cierto, de un conocimiento racional, de una aprehensión intelectual y científica, pero de la obra de un poeta (de un gran poeta, se entiende) es posible derivar un pensamiento. Pensamiento asistemático, mas no por eso sin claridad y certeza. El conocimiento merced a la poesía pertenece al orden de la intuición, y el cuerpo de ideas que de él se desprende constituye una suerte peculiar de teoría. No es nada nuevo que poetas y exégetas de poetas registren la existencia de tal conjunto nocional a veces equiparable, como lo quería Baudelaire, a la propia filosofía. "La poesía  —dijo el creador de Las flores del mal — es esencialmente filosófica, pero como ella es sobre todo fatal, debe de ser involuntariamente filosófica". El pensamiento viene, pues, como añadidura. Alain

EL CAZADOR DE COINCIDENCIAS

 Por Justo Navarro   (fragmento) Suponte que escribes en una hoja de papel cuanto ves y piensas. Si escribes en una hoja de papel cuanto ves y piensas, poco a poco la vida parece no transcurrir en el presente: la vas escribiendo, y es como si la vieras ya pasada, muerta, como si vieras en la cara de un niño la cara que tendrá cuando viejo. Escribes la vida, y la vida parece una vida ya vivida. Y, cuanto más te acercas a las cosas para escribirlas mejor, para traducirlas mejor a tu propia lengua, para entenderlas mejor, cuanto más te acercas a las cosas, parece que te alejas más de las cosas, más se te escapan las cosas. Entonces, te agarras a lo que tienes más cerca: hablas de ti mismo. Y, al escribir de ti mismo, empiezas a verte como si fueras otro, te tratas como si fueras otro: te alejas de ti mismo conforme te acercas a ti mismo. Ser escritor es convertirse en otro. Ser escritor es convertirse en extraño, en un extranjero: tienes que empezar a traducirte a ti mismo. Escribir es un

EL CUADERNO ROJO (6)

 Por Paul Auster   6 En la misma línea, a pesar de abarcar un período de tiempo más corto (unos meses en lugar de veinte años), otro amigo, R., me habló de cierto libro inencontrable que había estado intentando localizar sin éxito, husmeando en librerías y catálogos en busca de una obra supuestamente excepcional que tenía muchas ganas de leer, y cómo, una tarde que paseaba por la ciudad, tomó un atajo a través de la Grand Central Station, subió la escalera que lleva a Vanderbilt Avenue, y descubrió a una joven apoyada en la baranda de mármol con un libro en la mano: el mismo libro que él había estado intentando localizar tan desesperadamente. Aunque no es alguien que normalmente hable con desconocidos, R. estaba tan asombrado por la coincidencia que no se pudo callar. —Lo crea o no  —le dijo a la joven —, he estado buscando ese libro por todas partes. —Es estupendo  —respondió la joven —. Acabo de terminar de leerlo. —¿Sabe dónde podría encontrar otro ejemplar?  —preguntó R. —. No pued

SURREALISMO Y REVOLUCIÓN

 Por Antonin Artaud   He participado en el movimiento surrealista de 1924 a 1926 y lo he secundado en su violencia. Hablaré de él con el espíritu que tenía en aquella época, y además voy a intentar resucitar ante vosotros ese espíritu que quería ser blasfemo y sacrilego y que, a veces, lo consiguió. Diréis que este espíritu se ha superado, que pertenece a 1926, y que si reaccionáis, lo hacéis en 1926. El surrealismo nació de una desesperanza y de un malestar, y vio la luz en los bancos de la escuela. Más que un movimiento literario ha sido una revolución moral, el grito orgánico del hombre, las palabras de nuestro ser contra toda coerción. En primer lugar, contra la coerción del Padre. En su conjunto, el movimiento surrealista ha sido una profunda e interna insurrección contra todas las formas del Padre, contra la preponderancia invasora del Padre en las costumbres y en las ideas. Veamos, a título puramente documental, el último manifiesto surrealista, que indica la nueva orientación p

EL CUADERNO ROJO (8)

 Por Paul Auster   8 Hace tres veranos encontré una carta en mi buzón. Venía en un gran sobre blanco y estaba dirigida a alguien cuyo nombre no conocía: Robert M. Morgan, de Seattle, Washington. En la oficina de Correos habían estampado en el anverso del sobre varios sellos. Desconocido, A su procedencia . Habían tachado a pluma el nombre del señor Morgan, y al lado alguien había escrito: No vive en esta dirección . Trazada con la misma tinta azul, una flecha señalaba la esquina superior izquierda del sobre, junto a las palabras Devolver al remitente . Suponiendo que la oficina de Correos había cometido un error, comprobé la esquina superior izquierda para ver quien era el remitente. Allí, para mi absoluta perplejidad, descubrí mi propio nombre y mi propia dirección. No sólo eso, sino que estos datos estaban impresos en una etiqueta de dirección personal (una de esas etiquetas que se pueden encargar en paquetes de doscientas y que se anuncian en las cajas de cerillas). La ortografía de

ARQUETIPOS E INCONSCIENTE COLECTIVO (EL SÍMBOLO DEL ÁRBOL)

 Por Carl Jung   (fragmento) Para la alquimia el árbol fue el símbolo de la unión de los opuestos y por ello no es sorprendente que lo inconsciente del hombre de nuestros días, que en su mundo ya no se siente en su casa y que no puede fundar su existencia ni sobre el pasado que ya no existe ni sobre el futuro que todavía no existe, recurra nuevamente al símbolo del árbol cósmico que echa sus raíces en este mundo y crece hacia el polo celeste. En la historia de los símbolos el árbol aparece como el camino y el crecimiento hacia lo que no cambia y es eterno, hacia eso que es producto de la unificación de los opuestos y al mismo tiempo hace posible, por su eterna preexistencia, esa unificación. Parecería que el hombre que busca en vano su existencia,  y hace de esa búsqueda una filosofía, sólo por medio de la vivencia de la realidad simbólica reencuentra el camino de regreso hacia un mundo en el cual ya no es un un extranjero.